domingo, 8 de junio de 2014

TEORIA DE LA DERIVA



Estamos hechos de la materia de
nuestros sueños”. Guy Debord

A continuación, expondré un ejemplar esplendido por  el cineasta francés Guy Debord nos referimos a la Teoría de la Deriva, creada en el año 1958, un aporte de la Internacional situacionista que  invita al observador caminar por trayectos desconocidos con el fin, de percibir sentimientos u anécdotas especiales. Cabe destacar, que el texto contiene todos los temas de movimiento.

       En primer plano, Guy Debord (1931-1994) fue un escritor, poeta y cineasta  francés amante de la lectura y dotes lingüísticas,  esa argumentación se puede constatar en muchas de sus obras entre ellas “la sociedad del espectáculo”, estableciendo que la representación no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizada por imágenes.  No obstaste,  tuvo una sed revolucionaría permitiendo defender cabalmente  su ideología política sin abandonar el entretenimiento de los placeres de su existencia.

      Ahora bien, el ser humano es un viajero  contaste sumergido por los senderos del arte,  tratando de captar en lugares cotidianos alguna experiencia única e irrepetible;  Allí juega el termino de La Deriva percepción dada  por los situacionistas  que determinan una técnica de paseo incesante en espacios  repetitivos.

      Estas premisas, nos permiten revelar que la Deriva es ese dejarse llevar por momentos gratos ya sea acompañado o solitario creando un arte posible. Esta concepción fue expuesto  por los  jóvenes trotamundos letristas con el fin, de alcanzar una transformación de algo maravilloso mediante la representación de  situaciones objetivas y pasionales.; Quizás algún secreto  o algo oculto mediante su transitar diariamente en calles o ciudades alcanzando un despliegue de anécdotas para la creación de una obra  posible  y rechazando notoriamente  las reglas del arte en aquel momento.

      Guy  Debord, en su texto, nos evoca ese dejarse llevar y ese espacio que será menos vago o preciso dependiendo de que se desea encontrar de un  territorio, dejando al desnudo las emociones desconcertantes.

     En virtud a tales argumentos tiene cabida hacer referencia que, el artista francés  enaltece la ciencia Psicogeografica definida como el estudio del medio geográfico. Maderuelo (2008) expone  “es la memorización de los fenómenos precisos del medio ambiente, ordenado concientemente o no, al actuar directamente sobre el comportamiento afectivo de los individuos” (p.177).

Resulta interesante como Debord hace eco de esfuerzos  para que los geógrafos urbanos franceses puedan vencer la mera descripción de los fenómenos físicos, particularmente he estado sujeta en la deriva, olvidándome de las reglas o normas y percibiendo mediante la visualización rutas extraordinarias sin preocuparme por un momento del tiempo,  más bien  al azar, pero estando conciente del terreno las condiciones físicas de esos lugares, la pasión y entrega  por observar algo extraordinario e irrepetible mediante laberintos. Es por ello, que  describiré ciertas anécdotas que han marcado huella en mi vida. Pues, al momento de viajar a casa de mis abuelitos en Yaguaraparo Estado Sucre, me apasionaba ver otros caminos que mi tío tomaba en su pequeño vehículo para luego detenernos a caminar ciertos escenarios de  Cumana, San Juan de las Galdonas y las Aguas de Moisés en Carúpano, con el fin de palpar las calizas orgánicas de colores claros o  detectar los sedimentos y restos de corales, sin duda un tesoro maravilloso.

Por otra parte, estando en casa de mis adorables abuelitos  me agradaba deambular en el pueblo con mi hermana y mis primos, evitando las calles conocidas para evidenciar por otros lugares un ambiente calido y hermoso que me desconectaba de mis deberes permitiéndome vivir una verdadera aventura encontrando caracoles o piedras hermosas para coleccionarlas, luego acudía  a la hacienda  de cacao de mi abuelito para observar los cultivos de café, Aguacate, cambures  y contar los enormes árboles que ocultaban el incesante sol.

      En suma el ser  deambula persistentemente para encontrar en ciudades o calles algo mágico ya sea al azar,  siendo protagonistas el tiempo y la costumbre, por ello la deriva es un tema de gran interés para el  artista viajero  que desea captar momentos extraordinarios para representarlos en una obra realista ya sea en la cartografía o en esos lugares o no lugares que resultan especiales para él.





Referencias:
Maderuelo, J. (2008)  La idea de espacio en la arquitectura y el arte contemporáneos, 1960-1989. Vol. 25. Ediciones Akal.


Daviu Nannet 

1 comentario:

  1. Este texto de Debord nos hizo derivar en la memoria.
    Por cierto...
    Tú coleccionas piedras hermosas...
    Y yo siempre tropiezo con las que no lo son, las que dejas solitarias en tus trayectos...
    Será mejor que amplíes tu colección. Jeje.
    Abrazo.

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